Boletín #5
EL RÍO NAZAS EN NUESTRA HISTORIA
El Río Nazas, llamado en el siglo XVI "Río de las Nasas", por los artefactos que usaban los indios laguneros para pescar, era el integrante de mayor importancia de un sistema hidrológico, del cual el río "Buenaval" también formaba parte, lo mismo que las grandes lagunas de Parras, del Álamo y del Caimán o Tlahualilo.
Este sistema hidrológico era tan identificable, que en 1594, el rey Felipe II llamó al territorio en el cual se asentaba, el "País de La Laguna".
Para los indios, las aguas del Nazas, en años de lluvias normales, constituía, agua para beber. Configuraba el hábitat de peces, aves y plantas, de animales y vegetales útiles para la alimentación, creando espacios vitales para subsistir. En años de sequía, los escurrimientos y algunos peces, se depositaban en esteros formando lagunas. El agua era vida, y su ausencia significaba muerte, incluso muerte violenta por su control.
Desde el siglo XVI y XVII, la historia del agua en la Laguna, y de la del Río Nazas, ha estado vinculada a la historia de la producción agropecuaria o agroindustrial.
El Río Nazas es además la historia de ayer y hoy (fuente vida o ausencia de futuro para el pueblo lagunero), es historia que nos llama a cambiar nuestro modelo destructivo de ganancia a toda costa sin tomar en cuenta el futuro de nuestras familias y las próximas generaciones.
Hoy, nadie duda del problema del agua a nivel regional, nacional y global. Se muestra ya el deterioro que han sufrido las reservas de este elemento, particularmente por el uso irracional que amenaza con el agotamiento del vital líquido y la consecuencia de contaminación por arsénico, entre otros factores. Esto, nos Los invita a reflexionar sobre lo que es y puede llegar a ser, la escasez de este líquido vital para la población ya en estos momentos y a tomar medidas como ciudadanos, pero sobre todo exigir a los principales usuarios (ganaderos, lecheros y otros) para que detengan y tomen medidas que eviten acabar con la vida y la esperanza de lo que viene detrás de nosotros.