La purificadora

¡Qué esfuerzo tan inesperado fue la potabilizadora Casa del Agua “Toño Simón”! Un poco o un mucho, la lógica fue de cambio de terreno.
De vivir escenarios de represión a concentrarnos en la logística de una planta potabilizadora, lo cual le dio al ejido un buen respiro.
Esto es, del terreno político pasamos o cambiamos al económico. La atmósfera que se respira es de vientos favorables, porque a la comunidad le cae bien contar con una planta que produzca agua sana y a precios razonables.
Pero si la conquista tiene su grado de dificultad, la consolidación requiere de más cuidados y de perseverancia.
Además, la asamblea del ejido tiene que nombrar un comité de vigilancia que haga frente con asesoría y consejo para que ayuden a no decaer.
Por otro lado, la Contraloría, a través de su grupo promotor es una instancia de acompañamiento y seguimiento en la evolución de la potabilizadora.

















